El Salón Dorado de la Casa de la Cultura

Un escenario majestuoso para el arte y la cultura en Buenos Aires

El Salón Dorado de la Casa de la Cultura es uno de los espacios más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. Desde su inauguración en 1898 como salón de actos del diario La Prensa, fue testigo de conferencias, conciertos y encuentros culturales que marcaron la vida intelectual del país. Con su ornamentación majestuosa de estilo versallesco, es considerado uno de los salones más bellos de la arquitectura porteña. Hoy, restaurado y abierto a la comunidad, el Salón Dorado vuelve a brillar como un punto de encuentro entre la memoria histórica y la programación cultural contemporánea.
El Salón Dorado es más que un salón de actos: es un símbolo vivo del esplendor cultural porteño. Entre sus muros resuenan ecos de conferencias, conciertos y debates que moldearon la vida cultural de la Ciudad. Hoy, al abrirse nuevamente al público, invita a cada visitante a experimentar la misma grandeza que deslumbró a generaciones pasadas, en un espacio donde el arte, la historia y la comunidad se encuentran.

Historia y origen cultural

Cuando La Prensa abrió las puertas de su imponente edificio en Avenida de Mayo, el Instituto Popular de Conferencias instaló en el Salón Dorado su sede natural. Allí se organizaron reuniones semanales en las que participaron grandes figuras de la literatura, la ciencia y las artes, tanto nacionales como internacionales. Intelectuales, músicos y oradores hicieron del espacio un verdadero faro cultural en el corazón de Buenos Aires, uniendo el esplendor arquitectónico con la vocación de servicio público del diario.
Arte y ornamentación

Un escenario majestuoso donde la historia y la cultura se encuentran

Arte y ornamentación

El esplendor del Salón Dorado es resultado del trabajo conjunto de un ejército de artesanos y de dos de los grandes maestros de la pintura decorativa en Argentina:

  • Nazareno Orlandi (1861–1952)
    Formado en Florencia, Orlandi fue convocado a nuestro país por el arquitecto Francisco Tamburini. En el Salón Dorado plasmó sus magníficas pinturas en los techos, con escenas alegóricas que aún hoy sorprenden por su detalle y colorido.

  • Reinaldo Giúdice (1853–1921)
    Pintor y docente, becado para estudiar en Roma bajo la guía de Cesare Maccari, regresó a Buenos Aires para dejar una huella fundamental en la enseñanza artística. Sus obras en el edificio incluyen paisajes, retratos y las célebres grisallas —pinturas monocromas de gran dramatismo— que decoran los salones privados del primer piso.

Ambos artistas convirtieron al Salón Dorado en un verdadero museo vivo, donde la arquitectura se funde con la pintura monumental y las artes decorativas.

El Salón Dorado hoy

Tras su restauración, el Salón Dorado se ha consolidado como un espacio cultural activo dentro de la Casa de la Cultura. Allí se realizan:

  • Conciertos de la Dirección de Música de la Ciudad, abiertos al público de forma gratuita.

  • Actividades culturales y académicas que reafirman su rol como punto de encuentro.

  • Programación diversa y accesible, con propuestas que continúan la tradición de acercar la cultura a toda la comunidad.

La entrada es libre y gratuita, con ingreso por orden de llegada el mismo día de la función, manteniendo la esencia de un espacio inclusivo y abierto.

Un espacio histórico de consulta y encuentro

📍 Dirección: Av. de Mayo 575 – C.A.B.A.
📞 Teléfono: 4323-9669
✉️ Correo: salondorado_sc@buenosaires.gob.ar

🔗 Programación actualizada:

La Biblioteca de la Casa de la Cultura